Cuando se está lejos de la ciudad donde se vive, es necesario poder contar con ayuda real e inmediata frente a una eventualidad relacionada a la salud y al bienestar del viajero. Ese auxilio debe ocurrir al momento y en el lugar donde el viajero se encuentre. Esto sólo será posible teniendo una tarjeta de asistencia.

Todos los turistas en viajes internacionales están expuestos a imprevistos, como enfermedades repentinas, un accidente vial, una reacción alérgica ante la degustación de un plato exótico, y no dominando el idioma del país que visita, el pedir ayuda y explicar lo que le sucede puede llegar a ser muy estresante y complicado. Teniendo la protección adecuada, ese momento que podría ser terrible se soluciona fácilmente y en el mismo idioma del viajero.

La situación como ejemplo, es: una caída en la calle por no haber visualizado un desnivel. Esguince, semi desmayo producto del dolor, nervios, malestar. No se domina el idioma que se habla en ese lugar del hecho y, por eso, no se puede explicar claramente lo que se siente y no se sabe cómo pedir ayuda. Un momento espantoso para quien quería un viaje tranquilo!

Otro ejemplo podría ser el robo de un bolso o mochila: los viajeros siempre están expuestos ante los “amigos de lo ajeno”, y una mínima distracción en un restaurante, en el subte o en el tren, podría desencadenar una situación horrible al verificar que desapareció un bolso con documentos, tarjetas, dinero… Si los viajeros poseen Tarjetas de Asistencia para Viaje, podrán contar con la solución al problema, haciendo un llamado gratuito y recibiendo la asistencia en su propio idioma.

Para proteger la salud y asegurar el bienestar de los viajeros, es necesario adquirir tarjetas de asistencia que brindarán la cobertura y atención necesaria ante cualquier problema que sorprenda al viajero durante su permanencia en el exterior.